domingo, 30 de junio de 2013

partes de la armonica

Las partes básicas de una armónica son el peine, los juegos de lengüetas y las chapas protectoras.

Peine es el término con el que se define el cuerpo principal del instrumento, que contiene las celdas que cubren las lengüetas. El término peine tiene su origen en la similitud entre esta pieza de la armónica y los peines para cabello. Los peines de las armónicas están fabricados tradicionalmente con madera,en la actualidad también se usa plástico (ABS) o metal (incluyendo el titanio para instrumentos de gran calidad3 ). Algunos peines modernos y experimentales tienen complejos diseños para el direccionado del aire en su interior.
Se asumió que el material del peine tenía un efecto en el tono de la armónica. Mientras que el material del peine sólo tiene una ligera influencia en el sonido, la ventaja principal de un material sobre otro es su durabilidad.4 En particular, un peine de madera puede absorber humedad del aliento del armonicista y de su contacto con la lengua. Esto hace que el peine se expanda ligeramente, haciendo el instrumento incómodo de tocar. Varios tipos de madera y tratamientos de esta se han probado para reducir este problema.3
Un problema incluso más grave con los peines de madera, sobre todo en armónicas cromáticas (con sus delgados divisores entre las cámaras) es que los peines se encogen con el tiempo. El encogimiento del peine puede dar lugar a que se produzcan grietas en el peine, debido a que está fijado con clavos o tornillos, dando lugar a fugas de aire. Hay armonicistas que se han tenido que esforzar mucho para restaurar los peines de madera y sellar las fugas de una armónica dañada. Algunos armonicistas acostumbran a empapar en agua las armónicas con peine de madera (diatónicas, sin válvulas) para causar una ligera expansión, con la intención de que el espacio entre el peine, los juegos de lengüetas y las chapas protectoras sea más hermético. Las actuales armónicas de peine de madera son menos propensas a hincharse y contraerse.

sábado, 29 de junio de 2013

historia de la armonica

La armónica fue inventada en China en 3000 a. C. aproximadamente. La emperatriz Nyn-Kwa poseía un instrumento de lengüeta conocido como sheng (que significa «voz sublime»).
En 1821, un relojero alemán de 16 años llamado Christian Friedrich Ludwig Buschmann inventó una especie de armónica de boca, al unir quince lengüetas de tubo (usadas para la afinación de los órganos). Dio a este instrumento el nombre de Mund-eoline («arpa de boca»).
La idea fue inmediatamente recogida por otro relojero alemán, su tocayo Christian Messner.
En 1822, Christian Buschmann le agregó a su armónica un fuelle de cuero vertical, para tener las manos libres para su trabajo. Un constructor de instrumentos musicales, el vienés Cyrillus Demian (1772-1847), le robó esta idea primitiva, la desarrolló y en 1829 construyó el primer acordeón. Buschmann perfeccionó su armónica como instrumento musical en el año 1827.
En 1830, un inventor de Bohemia, Richter, inventó el instrumento tal como se lo conoce en la actualidad: diez agujeros, veinte lengüetas, alternancia de soplido y aspiración. Su escala diatónica se volvió famosa como «afinación de Richter».
Treinta años más tarde, después de varios rodeos, la «armónica de boca vienesa» llegó otra vez a Alemania y el relojero de 24 años Matthias Hohner compró una de las creaciones de Buschmann y la copió comercialmente en su taller desde el año 1857. Su pueblo, Trossingen, se volvió el centro mundial de producción de armónicas. En los tiempos de la Alemania nazi, sus hijos abrieron el Colegio de Música del Estado (1935), que ha producido más de 3.000 maestros de armónica.

La guerra civil estadounidense aumentó la popularidad de la armónica. Hohner ya había enviado varias a sus parientes en EE. UU., y los soldados las encontraban fáciles de llevar y de tocar.
Hacia 1900, la mitad de las armónicas hechas en Alemania se vendían en EE. UU. La armónica más utilizada por los intérpretes de blues clásicos, la Marine Band, apareció en 1896 y se podía adquirir por sólo cincuenta centavos. No se sabe cómo se comenzó a usar en cárceles y en plantaciones de algodón. Utilizando la capacidad del instrumento para sonar como un tren, le dio su lugar en obras como Pan-American Blues (de Ford Bailey) o Railroad Blues (de Freeman Stowers).
En 1950 don Joaquim Fusté Alcalá comenzó a construir armónicas en España. Pocos años después consiguió con el conjunto Les Akord’s el título de campeón mundial entre los armonicistas en Winterthur, Suiza (1955), Luxemburgo (1957) y en Pavía, Italia (1960).

armonica

La armónica  es un instrumento de viento, del grupo de instrumentos de viento-madera y del subgrupo de instrumentos de lengüetas libres. Se toca soplando o aspirando el aire sobre uno de sus agujeros individuales o sobre múltiples agujeros de una vez. La presión causada por soplar o aspirar en las cámaras de las lengüetas causa que la lengüeta o lengüetas vibren arriba y abajo creando sonido. Cada cámara tiene múltiples lengüetas de tono variable, de latón o bronce, que están sujetas aseguradas por uno de sus lados y suelto en el otro extremo, siendo el extremo suelto el que vibra y crea el sonido.
Cada lengüeta tiene un tono individual, cada tono está determinado por el tamaño de la lengüeta. Las lengüetas más largas producen un sonido profundo y bajo y las más cortas producen uno más alto. En ciertos tipos de armónicas los tonos de las lengüetas pueden variarse a otra nota por soplar o aspirar el aire de un modo especial (mediante la técnica del bending o el overbend/overdraw). Hay muchos tipos de armónicas: diatónicas, cromáticas, trémolo, orquestales, bajo, etc. Cada una de ellas se diferencia por su timbre y disponibilidad de escalas para ciertos estilos de música.
La armónica diatónica se usa en el blues, jazz, música folk, música clásica, country, rock and roll y pop. En inglés, la armónica tiene varios apodos, especialmente en el blues: harp, blues harp (armónica de blues), mouth organ (órgano de boca) y blues mouth organ.2
Es uno de los instrumentos más vendidos durante el siglo XX. compositores como Darius Milhaud y Vaughan Williams han compuesto obras especialmente para Larry Adler, uno de sus más notables virtuosos de mediados del siglo XX.

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